EDUCACIÓN COMO SOCIALIZACIóN Y COMO DISCURSO PEDAGÓGICO
El proceso de socialización es por excelencia el mecanismo de transmisión cultural y de
integración de la sociedad. Las diversas posiciones teóricas acerca del individuo y la sociedad
acuerdan que el hombre no nace social, se hace gracias a la convivencia con otros hombres. Todo
hombre es el resultado de una doble transmisión, la biológica, que forma parte de la herencia
genética, y la social, que se adquiere me
diante el proceso de socialización. Gracias a éste
aprendemos la cultura y al mismo tiempo vamos madurando socialmente, lo cual nos permite
reducir nuestra dependencia inicial, incorporar los valores y las metas de la sociedad y llegar a
comportarnos como ésta espera que lo hagamos.
La sociedad, por su parte, se vale de la socialización para renovar continuamente las
condiciones que aseguran su propia supervivencia. Por cierto, este proceso de aprendizaje social
propio del ser humano no tiene nada de mecánico, ni supone una actitud pasiva. El hombre, por su
misma naturaleza, siempre aporta lo suyo para la construcción del mundo social. Berger y
Luckmann (1968) expresan esta relación dialéctica de manera muy clara mediante tres premisas
adoptadas del pensamiento de Marx: la sociedad es una realidad objetiva; el hombre es un
producto social, la sociedad es un producto humano. Esto equivale a aceptar que la sociedad
precede al individuo y le brinda las condiciones objetivas en el marco de las cuales él adquirirá su
identidad personal y social. Pero la existencia de la sociedad depende enteramente de la actividad
humana; ésta es la que reproduce y transforma las condiciones objetivas que las constituyen.
1. ¿Qué es la socialización?
Hay diferentes respuestas a esta pregunta, pero todas parten de un acuerdo general
básico: la socialización es el mecanismo del que se vale la sociedad para producir y reproducir, de
manera continua, las condiciones de su propia existencia; gracias a él la sociedad "fabrica" sus
miembros y se "fabrica" así misma, se sostiene que la acción humana es producto de la
socialización y que el individuo se afirma a sí mismo a medida que se diferencia socialmente.
Al margen de los debates teóricos, nadie puede negar que la convivencia humana afecta
de manera decisiva a todo el hombre, desde sus estructuras biológicas, hasta la forma en que se
comporta, sus actitudes frente a diferentes circunstancias y hechos, su manera de ver las cosas, su
lenguaje, sus preferencias, su modo de vestir, de hablar, etc. “Esto es así, porque la familia tiene
una particular interpretación de la realidad social y de la cultura, porque lo que ve a diario, se
impone sobre su conocimiento “de manera masiva, urgente e intensa” (Berger y Luckmann, 2006,
pág. 37), o sea, lo cercano y cotidiano se transforma en la realidad para la familia y para el niño
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que nace.
La realidad cotidiana es la “referencia primordial” (op cit., pág. 55) en el aprendizaje
objetivo de la sociedad. Lo que se ve comúnmente es lo que adquiere sentido para el sujeto, por
ello es que la cotidianeidad se transforma en el referente para el conocimiento, lo demás, queda
opacado; se tiene una idea aproximada o imagen de las otras realidades, pero no es central para la
experiencia.” (Gutiérrez, 2011)
En las escuelas, podemos observar a diario las diferencias en las conductas de niños
provenientes de ambientes sociales distintos. Esas experiencias cotidianas pueden servir para
hacernos tomar conciencia de la importancia que tiene el ambiente en el que cada uno es
socializado. Este medio social "marca" al individuo para toda la vida, y lo que es más importante
aún, condiciona sus posibilidades de acceder a todo tipo de bienes sociales, la educación entre
ellos. Ésta, a su vez, abre las posibilidades de acceso a otro tipo de oportunidades.
La socialización es un proceso general, tiene lugar durante toda la vida y se produce en el
curso de cualquier relación social en la que participe el individuo, no importa el contexto de que se
trate, ni la edad de los participantes; apunta a convertir al individuo en un "ser social", es decir,
alguien capaz de integrarse al sistema social ejerciendo los roles que le competen. “El proceso de
socialización tiene por objeto lograr la incorporación de los sujetos para la participación social,
pero ésta no es simple o total, ya que los hombres no pueden conocer la realidad toda. Esto es
imposible, por ende, la presentación que se hace de la sociedad y la cultura a los niños termina
siendo una traducción de la misma, una visión parcial, porque, sólo es “la parte” de la realidad que
conoce como propia el grupo al que pertenece su familia.” (Gutiérrez, 2011)
Gracias a la socialización, el conjunto de pautas que regulan la vida colectiva (cultura) se
convierte en un conjunto de disposiciones interiores que llevan al individuo a actuar de acuerdo a
las expectativas definidas por la sociedad. Así, la socialización desempeña, en el nivel simbólico, el
papel que la procreación cumple a nivel biológico.
Técnicamente, es un proceso de "inducción" amplia y coherente del individuo en las
pautas de la vida social (Berger y Luckmann, 1968), que tiene las siguientes características:
• Es permanente y continuo, se lleva a cabo cada vez que interactuamos con otros,
cualquiera sea el contexto social de que se trate. A medida que el individuo crece, se
amplían sus ámbitos de participación social, y con ello, su aprendizaje de roles.
• No es intencional, se produce de manera tácita, no hay alguien que se proponga
enseñar y otro que busque aprender algo. Como todo proceso latente, la socialización actúa
de manera silenciosa al nivel más profundo de la conciencia de cada uno de nosotros,
generalmente sin que seamos conscientes de ello.
• Apunta a la formación de hábitos de conducta social, para lo cual es necesario que
la estructura de relaciones sea duradera y se desarrolle en contextos relativamente
estables. Esto permite que entre los participantes se generen expectativas y pautas de
conducta compartidas, que luego se convierten en hábitos sociales, en rutinas, es decir, en
maneras casi automáticas e irreflexivas de hacer las cosas.
1.1 Socialización primaria
Problemática educativa
Por las condiciones en que se produce, la etapa de la socialización primaria tiene una
relevancia de primer orden en la vida del individuo. Las pautas, las normas, los hábitos de
conducta que se incorporan en esta etapa se fijan de una manera particular en la conciencia del
sujeto.
En esta etapa, el papel de la familia es fundamental, porque es, en la mayoría de los casos,
la estructura social próxima con que se encuentra el niño al nacer. Pero la familia no opera
aisladamente, está situada en un mundo social objetivo, una estructura social más amplia por la
cual el niño debe incorporarse.
Entre sus principales características tenemos las siguientes:
• El mundo social es mediatizado para el niño por las personas encargadas de su
cuidado directo (los "otros significantes"). El niño experimenta el mundo tal como los "otros
significantes" se lo presentan, tal como ellos lo ven; esto depende de la posición que ocupan
dentro de la estructura social y también de sus idiosincrasias individuales, biográficamente
arraigadas.
• Comporta una gran carga emocional, porque supone una adhesión emocional del
niño a los "otros significantes" y una verdadera identificación con ellos, a partir de lo cual se
identifica a sí mismo. Cuando el niño ingresa a la escuela, tiene ya una perspectiva sobre sí
mismo, producto de lo que los adultos le inculcaron, intencionalmente o no.
• El niño no tiene ninguna posibilidad de elegir a sus "otros significantes", debe
aceptar los que le tocaron, tal como ellos son y también aceptar las reglas de juego que
imponen los adultos.
• El lenguaje adquiere una importancia de primer orden. Gracias a él, el niño
incorpora (hace propias) las definiciones de la realidad que se han institucionalizado, y
aprende los rudimentos del aparato legitimador, es decir, por qué las cosas son lo que son y
por qué hay que comportarse de una manera y no de otra.
“En este proceso incorpora los símbolos de nuestra realidad socio-cultural, van
conformando una red de significaciones que se imponen a los sujetos y de la cual es casi imposible
abstraerse, ya que se aprenden en ese mismo proceso por el cual la familia presenta al nuevo
integrante del grupo social. Esa red de significaciones es lo que se conoce como UNIVERSO
IMAGINARIO formada por todas las representaciones sociales que incluye la pertenencia en un
determinado grupo social, familiar y con su particular percepción de la cultura.
Ahora bien, los símbolos no producen las mismas imágenes en todos los sujetos, cada uno
atribuye a la imagen que se crea del símbolo, sentimientos, deseos, miedos particulares, según su
subjetividad, su historia de vida ligada al lugar que ocupa en la estructura social, y esto actuara
como un determinante en las relaciones interpersonales, ej.: frente a un docente me relaciono con
él de una manera, si es un doctor, de otra, si es la hija del jefe de otra, si es varón.... etc. “
1.2 Socialización secundaria
El proceso de socialización secundaria comienza cuando el niño ha logrado abstraer los
roles y actitudes concretas del otro significante y ha conseguido convertirlas en roles y actitudes
en general; ya no se trata de responder a las demandas de un otro significante concreto, sino a las
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demandas de un otro abstracto y general: la sociedad ("mi papá me manda a hacer los deberes" se
transforma en "hay que hacer los deberes").
El paso decisivo se produce cuando el niño reconoce que todos exigen de él determinadas
conductas en ciertas circunstancias, y la norma se generaliza como "Uno debe hacer...", en la que
"uno" es él mismo como parte de la generalidad que incluye, en principio, todo aquello de la
sociedad que resulta significativo para el niño. Berger y Luckmann (1968) lo definen como la
adquisición del conocimiento específico de roles, estando éstos directa o indirectamente
arraigados en la división del trabajo. Este proceso consiste en la internalización de submundos
institucionales o basados sobre instituciones. El alcance y las características de la socialización
secundaria dependen de la complejidad de la división del trabajo y la distribución del
conocimiento especializado.
A esta altura, ya es miembro efectivo de la sociedad y está en posesión subjetiva de un Yo
y un mundo. Al mismo tiempo que se produce el establecimiento subjetivo de una realidad
coherente y continua (la sociedad), se cristaliza, la identidad de la persona con la internalización
del lenguaje. Éste constituye el contenido más importante y el instrumento por excelencia de la
socialización, en cualquiera de sus etapas.
La escuela es una agencia de socialización secundaria, lo mismo que las estructuras
laborales y otras organizaciones dedicadas a actividades especializadas, para desempeñarse en
ellas se requiere el aprendizaje de los roles específicos, lo cual implica, por una parte, la
adquisición los conocimientos técnicos, habilidades, destrezas y competencias específicas, y por
otra, el conocimiento y aceptación de las reglas de conducta que rigen la actividad de que se trate.
Al incorporar estos significados, se adquieren también vocabularios específicos “que se
corresponden específicamente con los roles que debe cumplir, ej.: en la escuela, su rol es el de
alumno e internaliza los significados que tiene para el colectivo docente este rol y las relaciones
posibles que en ocasiones se contrapone con los significados adquiridos en la socialización
primaria” (Gutiérrez, 2011)
1.3 Lenguaje y comunicación1:
El lenguaje es una de esas prácticas sociales que se construyen cara a cara, por esto puede
decirse que sujeta (2) al niño con palabras porque cuando nace, lo hace en un mundo ya
nombrado por la sociedad e interpretado según las significaciones que cada familia logró
construir.
Es una construcción arbitraria, convencional, histórica y contextual, ya que no me
comunico igual en la iglesia que en el bar, con un docente o una compañera de baile, su uso
posibilita que se “constituyan campos semánticos o zonas de significados lingüísticos
circunscriptos” (3) por ej.: el “vos”, “tú” y “Ud.” no se usan por capricho, implica el conocimiento
de la situación social y los límites que conlleva la misma, o sea, permite que el sujeto se ubique en
la situación y se maneje apropiadamente.
1 Este apartado es tomado del material bibliográfico de la cátedra Problemática Educativa elaborado por la prof.
Gutiérrez, María Rosa.
2Sujeta en un doble sentido: lo transforma en Hombre perteneciente a un grupo, pero también lo “ata”
3Berger y Luckmann, 2006. Pág. 58
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También identifica a los que forman parte de un grupo o comunidad específica y ahí
cumple una función indispensable: sirve como "palabra de pase".
Pero el lenguaje, no es el mismo para todos los hombres, porque va a depender del tipo de
relaciones con los “otros significantes”, del desarrollo alcanzado por la educación de la familia así
como del lugar que ocupan en la estructura social y económica de la sociedad y de las prácticas
habituales de nuestro entorno.
Basil Bernstein (4) explica las diferencias en el habla, con el concepto de “códigos
lingüísticos”. Al analizar “los sistemas simbólicos”, “la estructura social” y “la configuración de la
experiencia” encuentra que están profundamente ligados. Y es la forma del habla, la que condensa
y relaciona estos tres aspectos, de manera más general, el habla es una cualidad de la estructura
social. “Es indudable, desde un punto de vista sociológico, que la clase social determina muy
profundamente las formas de socialización. La estructura de clases influye en el trabajo y en los
roles educativos, controla las relaciones que las familias pueden tener entre ellas y penetra de
manera profunda la experiencia social inicial, adquirida en la familia”. (Bernstein)5
El concepto de “código lingüístico” refiere a “la estructuración social de los significados”
que surge del entramado de las relaciones sociales y al rol que ocupan las familias, que controla la
organización de significados específicos, así como las condiciones de uso y transmisión de los
significados. Se puede distinguir entre “Código lingüístico elaborado” y “código lingüístico
restringido”
a) El código restringido presenta una organización en su estructura que
puede ser adivinada según su relación con el contexto; usa numerosas frases cortas,
simples y muchas veces inacabadas, usa los adjetivos, conjunciones y adverbios más
comunes. Es común el uso de frases ya hechas. Un tipo de habla elemental, descriptivo,
concreto y altamente dependiente del contexto, por eso puede decirse que es predecible.
b) El código elaborado no puede predecirse en tanto se aparta de su relación
explicita con el contexto, recurre a una amplia gama de medios formales de la gramática,
usa una sintaxis precisa, tiene una mayor selección de adjetivos, adverbios.
Con un código elaborado, el sujeto socializado accede más fácilmente a la comprensión de
los principios que inspiran su socialización y puede, de esta manera, efectuar una reflexión sobre
el orden social que le ha sido transmitido. En el caso de los códigos restringidos, el sujeto
socializado toma menos conciencia de los fundamentos de su socialización, y las posibilidades de
reflexión son más limitadas. La teoría de Bernstein, conocida en términos generales como la teoría
del código, es una propuesta elaborada para describir y explicar el proceso de transmisión,
reproducción y transformación de la cultura.
La distinción entre los códigos elaborados y restringidos no es simple, teniendo en cuenta
que los significados, así como el lenguaje usado, puede variar según el tipo de familia, según las
relaciones entre los miembros, el ordenamiento simbólico del espacio físico que habitan, los roles
4 Bernstein, Basil: ( 1924 - 2000) sociólogo y lingüista británico. Sus aportes se orientan al desarrollo de una teoría
sociológica de la educación, inspirada en los trabajos de Durkheim, Weber, Marx y de los pensadores del estructuralismo.
5 Bernstein: Tomado de Clas, Codes and Control, Vol.I Theoretical Studies Towards a Socioiogy of Language. London:
R.K.P. y traducido con permiso del autor por Mario Díaz.
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en cada una, etc.
Se hace hincapié en describir cómo el sistema de clases actúa sobre la estructura de la
comunicación desde la significación que otorga a toda la experiencia de la persona desde que se
inicia el proceso de socialización y que, el lenguaje que se habla no debe reducirse a sus aspectos
lingüísticos.
La comunicación:
La definición más sencilla de comunicación la reconoce como un acto por el que un sujeto
transmite un mensaje a otro, y en este acto se puede analizar dos cuestiones fundamentales, por
un lado, el mensaje no puede ser, necesariamente, a través del lenguaje oral o escrito, y por otro
lado, la comprensión del mensaje no siempre se da porque interviene la propia percepción e
interpretación del mundo, de la vida y de la realidad de cada uno de los sujetos intervinientes, así
como la posibilidad de comprender lo que se comunica, ej.: no sólo porque escuche lo que se dijo,
me comunico. La comunicación es social y es un proceso, como tal está sujeto a las
interpretaciones que los hombres hacen de la realidad en que viven, porque lo que se comunica es
la realidad que se conoce y lo real es lo que se construye en el grupo social en el que se está
inserto,
Los primeros estudios que se realizaron acerca del proceso de la comunicación se
centraron en el esquema realizado en 1948 por el matemático estadounidense, Claude Shannon,
que trabajaba en una compañía de teléfonos y su preocupación se centraba en la eficiencia de la
transmisión, preocupado más por alcanzar mayor velocidad en la señal, reducir las interferencias,
etc. El esquema realizado fue divulgado y alcanzó popularidad, sin embargo, Juan Pintos, aclara
que: “Se generó así un gran equívoco que confundió una teoría de la señal con una teoría de la
comunicación. Equívoco, en parte, propiciado por el mismo autor que no consideraba relevante
para su teoría la cuestión del significado del mensaje y sus variaciones.” (6)
El esquema presentado por Shannon era:
EMISOR MENSAJE RECEPTOR
El esquema era lineal, unidireccional y prevaleció durante la 2° mitad del siglo XX en los
estudios acerca de la comunicación, sin distinguir, si el gráfico representa el proceso de la
comunicación o la teoría del funcionamiento de la señal. Esta confusión generó el análisis respecto
que una persona pueda tener una buena “señal” y otra muy distinta es que el contenido del
mensaje tenga sentido para él. Esto lleva a pensar que el problema de la comunicación no se
encuentra contenido en ese gráfico sino en la significación.
La significación se alcanza luego de un proceso, en el que la familia transmite los
significados y sentidos que ellos mismos han asumido como tales. Ese proceso se logra a través de
la observación de lo que se vive, de la participación en lo que se hace, por las palabras usadas
mientras se hace y se vive, eso es lo que da el sentido. Así, el lenguaje o código usado en el medio
más cercano al sujeto es la herramienta que favorece el conocimiento de la realidad.
El mensaje:
6 PINTOS, Juan Luis. (2005). Comunicación, construcción de la realidad e imaginarios sociales. Utopía y Praxis
Latinoamericana. vol.10, no.29
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Todo mensaje tiene una intención y predispone a pensar de un modo particular, impone
una perspectiva desde la que se mira y una actitud hacia lo que se mira, por esto mismo, puede
decirse que no es algo abstracto e independiente o neutral. El mensaje en sí puede ser trivial o
frívolo pero tanto el que transmite como el que escucha lo hacen desde una particular visión,
interés o necesidad.
El mensaje se encarna en un discurso, que es un conjunto de forma y contenido que se
presenta secuencialmente en una determinada configuración. No es sólo lo que se dice o escucha,
sino también lo que se ve de la realidad social, o lo que se percibe de los hombres con los que se
interactúa, ya que el lenguaje viene acompañado de gestos que aumentan, cambian o minimizan
la interpretación que se puede hacer del mensaje. Los gestos, miradas, también logran una
comunicación efectiva. Ej. : una persona habla por teléfono con otra; ninguna puede ver los gestos
que hacen mientras hablan y esos gestos le agregan sentido, o lo cambian totalmente.
Cuando se construye un discurso, entran en juego tres operaciones discursivas básicas:
selección, exclusión y combinación (7), se selecciona las ideas que se quiere transmitir como
también las palabras que se usarán, al mismo tiempo, y en una relación por ausencia, se omite
algunas ideas o palabras, y se combina cuando se las presenta. Ej. : ésta cátedra al hacer la
presentación de su propuesta, usa las tres operaciones, ya que selecciona algunos contenidos que
se dictarán, no sólo temas, sino autores; por lo mismo, se omiten otros que no se estudiarán y se
los combina en una secuencia no sólo lógica, sino también significativa para los docentes y
alumnos. La clave en el proceso de construcción discursiva, es la dimensión ideológica y ésta exige
la explicitación de las condiciones de producción del discurso, es decir, desde qué lugar se habla,
porqué se realizan tales selecciones y no otras, etc. Cuando se oculta esta dimensión, se produce
no sólo la naturalización del discurso, sino también la manipulación por la imposición de quien
comunica.
2. Educación como discurso pedagógico:
La idea de discurso implica una mirada más amplia que la lingüística, en la que se articulan
corrientes filosóficas y teorías políticas post-marxista, desde el psicoanálisis de Lacan y la
lingüística post-estructuralista de Derrida. La tesis principal reconoce el carácter discursivo de los
objetos y de toda configuración social, existen físicamente pero son inteligibles por la significación
que tienen para el grupo social. Agregan que la capacidad de significar involucra a diversos tipos
de actos, objetos, relaciones y medios que evoquen un concepto o idea. De ahí que, al expresar el
análisis del discurso pedagógico, se refiere a todo acto, forma, relaciones, normas en el campo
educativo específico.8
La función específica de las escuelas es la transmisión organizada, regular y sistemática de
un conjunto de significados que se consideran relevantes para la sociedad. Aquí, la idea de
significados relevantes es amplia; comprende tanto conocimientos, nociones técnicas, habilidades
y destrezas, como normas, valores, principios, etc. En términos de Bernstein (1993), los primeros
constituyen los componentes instruccionales y los segundos, los componentes regulativos del
discurso pedagógico de la escuela.
7 Verón, Eliseo: Ideología y comunicación de masas: La semantización de la violencia política. Publicado en VV.AA.
Lenguaje y comunicación social, Nueva Visión, Buenos Aires, 1971.
8 Tomado de Buenfil Burgos, Rosa Nidia (1991) Conferencia dictada en la Universidad de Guadalajara. México.
Problemática educativa
El concepto de educación tiene un significado más amplio que el de socialización, se asocia
a la idea de "formación", de dar forma o moldear una personalidad de acuerdo a valores y
principios. En términos de Bernstein, ese "dar forma" implica crear en el alumno "principios
reguladores de la conducta".
En virtud de la finalidad que debe cumplir, el proceso educativo que se desarrolla en las
escuelas tiene, entre sus principales características, las siguientes:
• Es un proceso intencional y deliberado, persigue fines y objetivos concretos
previamente establecidos, que responden a una concepción de lo que es necesario inculcar
y del resultado que se quiere lograr. Estos fines y objetivos son los que orientan la selección
de los contenidos a transmitir, la forma en que serán transmitidos y la totalidad de las
prácticas propias de la institución (distribución de tiempos y espacios; asignación de tareas;
forma en que se toman las decisiones; criterios para definir la jerarquía de los actores y de
las disciplinas, para la admisión de los alumnos, para la selección del personal, para la
asignación de premios y castigos, etc.
• Es llevado a cabo por un educador, un agente social preparado para ello, que está
legitimado institucionalmente para ejercer la acción educativa. Un educando es un agente
social que, voluntariamente u obligado por la ley, busca adquirir lo que transmite la escuela
y debe rendir cuenta de esa adquisición para obtener la acreditación de sus aprendizajes.
• Supone un tipo de relación social particular entre el educador y el educando, la
relación pedagógica, es esencialmente asimétrica. Esta asimetría se funda en lo que el
docente sabe y en la legitimidad que le otorga la institución para transmitir ese saber.
• Otra condición decisiva para que la acción educativa sea eficaz es que ésta se
desarrolle en un contexto de orden y estabilidad (Berger y Luckmann, 1968), de lo contrario,
al alumno no sólo le resultará difícil inferir cuáles son las reglas implícitas que rigen los
comportamientos en la escuela (los principios reguladores de la conducta de los que habla
Bemstein), sino que tampoco logrará formar los hábitos que resultan imprescindibles para el
desarrollo de los procesos de enseñanza y de aprendizaje.
En síntesis, desde la perspectiva sociológica, el proceso educativo formal consiste en un
complejo "dispositivo" de transmisión de significados, plasmados en un discurso pedagógico
(instruccional y regulativo), que actúan sobre la conciencia del sujeto y lo llevan a posicionarse
frente al mundo de un modo determinado. Vista desde esta perspectiva, la educación constituye
un poderoso instrumento de control social, porque el lenguaje usado en la comunicación
educativa, podrá ser entendido por quienes comparten la posición social de quien enuncia el
mensaje, pero también importan el resto de los actores sociales de la escuela y todas las prácticas
que tienen lugar en ella, dentro y fuera del aula.
En el discurso pedagógico, el docente, como enunciador del mensaje, puede presentarse
como el poseedor de la verdad, el que tiene la razón y un poder incuestionable y así se define la
relación con el otro poniéndolo en el lugar del que no sabe, del que debe obedecer. Por esto es
necesario analizar el discurso que se da en las escuelas, porque en la comunicación que se
establece pueden enmascararse tensiones, conflictos, etc.
El Discurso Pedagógico
iene reglas que según Basil Bernstein permiten entender el
Problemática educativa
funcionamiento del mismo:
1. Reglas distributivas: son las que operan en la selección y distribución de
conocimientos, conciencia y prácticas, ej.: los varones aprenden computación, las
mujeres, cocina. En base a esta regla, se maneja y controla lo que se puede conocer y lo
que no.
2. Reglas de recontextualización: regula la formación y límites del discurso
pedagógico legítimo, lo que se decide o elige. Esta regla también se relaciona con la
dimensión ideológica, ya que lo que se elige, no se lo hace "porque sí". Tiene una
función importante en la creación de autonomía, frente al discurso pedagógico oficial,
se coloca el discurso de pedagogos y educadores y por medio de las oposiciones y
resistencias, hasta pueden lograr cierta autonomía tanto en el discurso como en las
prácticas pedagógicas.
3. Reglas de evaluación: toda práctica educativa exige una evaluación, o
control de logros, por ello transmite los criterios y juzga los resultados que deben ser
coherentes con el resto de las decisiones.
BIBLIOGRAFIA:
Brígido, Ana María (2011) “La perspectiva sociológica sobre la educación”, capítulo 1 del
libro de “Gestión directiva, evaluación de los aprendizajes y rendimiento escolar. Un estudio sobre
el primer ciclo de la escuela secundaria”. Ed. Hispania
Gutiérrez, María Rosa (2011)”El discurso pedagógico” ficha de cátedra preparado para uso
exclusivo de los estudiantes de Problemática Educativa.
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